Hoy, 10 de mayo, se cumple el 87 aniversario de la conocida como quema de Opernplatz. Durante esa noche de 1933, alrededor de 20.000 libros fueron quemados en la conocida plaza en un acto organizado por la Liga Nacionalsocialista de Estudiantes Alemanxs, que congregó a alrededor de 70.000 personas. Fue la primera (y posiblemente, la más recordada) de una serie de quemas que tuvieron lugar en todo el país, y que supusieron el expolio y destrucción de colecciones de 21 universidades alemanas. De este modo, y durante años, el nacionalsocialismo intentó eliminar aquellos volúmenes que, a su parecer, ponían en peligro los valores alemanes (estas quemas tuvieron lugar en el marco de la campaña «Aktion wide den undutschen Geist», o Acción contra el Espíritu anti-alemán).
La quema de libros fue una práctica extendida desde el principio de su historia por los regímenes y gobiernos totalitarios, opuestos a la libertad de pensamiento, al desarrollo crítico y al progreso intelectual.
Pero las buenas ideas, afortunadamente, son más resistentes que el papel.
Imagen: autoría desconocida.